Voltaire: “(…); pero no debemos perder ninguna ocasión de afear la conducta de los que quieren deshonrar el glorioso título de hombres de letras, prostituyendo su escaso talento y su conciencia a un vil interés, a una política quimérica y que hacen traición a sus amigos por halagar a los necios”. Cartas filosóficas.
Joseph Conrad: “Me metí el libro en un bolsillo. Puedo aseguraros que arrancarse de su lectura era como separarse del abrigo de una vieja y sólida amistad”. El corazón de las tinieblas.
John Dos Passos: “… nadie sino un hombre, un individuo solo, puede enderezar un entuerto; la organización no hace sino sustituir un entuerto por otro;…”. Rocinante vuelve al camino.
Javier Marías: “… bien sé que no hay sometimiento más eficaz ni más duradero que el que se edifica sobre lo que es fingido, o aún es más, sobre lo que nunca ha existido”. El hombre sentimental.
Evaristo Acevedo: “Lo peor de una esposa es tener que aguantar todas las tonterías que dice. Yo me caso con una inglesa. Y apenas entiendo su idioma. Creo que podemos ser felices”. Los ancianitos son una lata.
Honoré de Balzac: “Querido mío, las almas delicadas, cuya fuerza se ejerce en una esfera elevada, carecen de ese espíritu de intriga fértil en recursos y combinaciones; su genio es la casualidad; no busca, encuentra”. La misa del ateo.