Ricardo Vidal López 21 marzo, 2016

Autopsicografía

El poeta es un fingidor.

Finge tan completamente

que hasta finge que es dolor

el dolor que en verdad

siente.

Y, en el dolor que han leído

a leer sus lectores vienen,

no los dos que él ha tenido,

sino sólo el que no tienen.

Y así en la vía se mete,

distrayendo a la razón,

y gira, el tren de juguete

que se llama corazón.

Cancionero.