Un centauro en el desierto

Baltasar Gracián: “Nace la satisfacción en los más de ignorancia, y para en una felicidad necia, que, aunque entretiene el gusto, no mantiene el crédito”. Oráculo manual y arte de prudencia.

Douglas Adams: “Desde luego, la ciencia ha logrado cosas maravillosas, pero yo preferiría, con mucho, ser feliz a tener razón”. Guía del autoestopista galáctico.

Edgar Allan Poe: “¡Ah, la felicidad no está en el conocimiento, sino en la adquisición del conocimiento”. El poder de las palabras.

Robert Musil: “…, la felicidad no depende tanto de lo que se desea, sino de lo que se alcanza”. El hombre sin atributos.

Mariano José de Larra: “Hay entre nosotros unos pocos hombres que andan jugando a la gallina ciega con nuestra felicidad, y que tienen el raro tino de hacer las cosas al revés”. El español.

Evaristo Acevedo: “Lo peor de una esposa es tener que aguantar todas las tonterías que dice. Yo me caso con una inglesa. Y apenas entiendo su idioma. Creo que podemos ser felices”. Los ancianitos son una lata.

Johann Wolfgang von Goethe: “El que trata de realizar de mayor las antiguas esperanzas y deseos de juventud siempre se equivoca. Cada período de la vida del hombre tiene su propia felicidad, sus propias esperanzas y perspectivas. ¡Ay del que por culpa de las circunstancias o de su propia ceguera se ve impelido a aferrarse […]

“Ya nunca tenemos hambre. Hablamos del hambre, pero nunca la experimentamos. Hablamos de la sed, pero nunca tenemos sed. Hablamos de amor, pero no amamos y tratamos de encontrarle un sustituto al amor en todas nuestras interminables innovaciones y perversiones. Entre nosotros la distracción ha ocupado el lugar de la felicidad y cuando una distracción […]

“Si quita usted la mentira, la mentira vital, a un hombre vulgar, le quita usted al mismo tiempo la felicidad”. El pato salvaje.

“Si muchos de nosotros dieran más valor a la comida, la alegría y las canciones que al oro atesorado, éste sería un mundo más feliz”. El hobbit.