Arturo Pérez-Reverte: “… poseía el fatalismo de quien respira sabiendo lo fácil que es dejar de hacerlo”.
El oro del Rey.
Arturo Pérez-Reverte: “… poseía el fatalismo de quien respira sabiendo lo fácil que es dejar de hacerlo”.
El oro del Rey.
Ernst Jünger: “La influencia cada vez mayor que el Estado empieza a ejercer en los servicios médicos, casi siempre con pretextos sociales, es algo que resulta sospechoso y que incita a la máxima cautela”.
La emboscadura.
En casa, sentado relajadamente en una estancia blanca, me he topado con este pensamiento de Stirner (en la imagen). No sé si ha sido el azar o la necesidad pero lo auténticamente cierto es que en el preciso instante de cruzarme con el viejo Max andaba yo empeñado en deshacerme de algo que no era yo, cosa que finalmente he conseguido, con notable éxito y algún pequeño contratiempo. Pero de ahí a acompañar a otros en estas tareas hay una distancia sideral.
El pasado sábado, movido por un insuperable amor por mi hija (23) y mi sobrina (12), fui al cine a ver nada menos que “Barbie”. Cedí incluso a su demanda de ir ataviado con un camisa rosa. 26,05 € de cultura, chuches aparte.
Al parecer resoplé en varias ocasiones en la sala, por lo que fui convenientemente corregido por mis jóvenes acompañantes.
1. Según el Diccionario de la RAE, la segunda acepción de la palabra verga es “arco de acero de la ballesta”.
2. Hasta hace 3 ó 4 años recibía constantes emails para comprar viagra y cialis, ahora debo haber pasado a otro segmento y la oferta es de revitaprost, para normalizar la micción.
3. El exceso de familiaridad ya me está tocando el arco de acero de la ballesta.
Hoy mi órgano favorito ha tenido el acierto de colocar consecutivamente dos noticias que nos afectan a todos los que nos consideramos responsables y verdaderamente humanos. La primera no rehuye la seriedad del asunto, acudiendo incluso a las Academias Española y Americana de Dermatología y a la OMS. Lo que no se especifica es si el pelo púbico debe ser lavado con la misma frecuencia. Deberían hacer una segunda parte para aclarar las generalidades del asunto y el tratamiento de las excepciones (calvos, calvas, depilados,depiladas,…).
Sobre la segunda cuestión, siendo, como es, interesante per se el asunto planteado, me parece de gran interés darle una vuelta de tuerca y avanzar, con aplomo y gallardía, sobre la siguiente inquisición: “¿tienen insectos los sentimientos?
Arturo Pérez-Reverte: “A menudo, me dije, las mujeres ignoran lo que de cabal y de temible hay en el corazón de algunos hombres”.
El sol de Breda.
En una época de debate insulso y permanente, en la que todo se pone en cuestión, es un pequeño placer intelectual tropezar con gente que tiene las cosas claras. Gracias a las redes sociales por su incontenible esfuerzo en hacernos tropezar.
Primera hora del día: lectura de prensa. Me entero de que existe el término “coitocentrismo”. Como no se me ocurre qué pueda significar busco información adicional. Me voy enterando de que “junto con el falocentrismo y la heteronormatividad es una de las creencias que debemos modificar con una adecuada educación sexual”. Vale. Me voy enterando. Continúo. Parece que “el principal problema que trae es la brecha orgásmica (…) a causa de un combo que incluye al coitocentrismo y a la falta de comunicación sexual asertiva”.
He leído diversos artículos sobre el tema (tratan de la virginidad, el poder de la Iglesia -en singular-, la invisibilización de las vaginas -nada de pechos, manos, anos, rectos, bocas,…-). Pero finalmente, me he encontrado en un comentario de una web la clave de la solución (lo tenéis en la imagen).
¿Hay motivo para el optimismo?