No diré que la Monarquía no sea un sistema anacrónico en estos tiempos, pero la nuestra, Parlamentaria, está bastante alejada de aquéllas, absolutas, que estudiábamos en el instituto.
Escuchaba esta mañana en la radio a Joaquín Leguina afirmando que España es una “república coronada”. Esta contradictoria afirmación venía a cuento de lo sucedido ayer en el Congreso donde todos los diputados, a excepción de cuatro, del Parlamento tributaron un cerrado y caluroso aplauso, que comparto, al monarca, para demostrar el apoyo a la Corona en tan delicado momento. Y venía a cuento, más concretamente, de la actitud de Cayo Lara ante este hecho.