Llevo una semana fabulosa, que está semiterminando. Llega uno a casa con la simple y estúpida intención de descansar un rato. Y en eso se viene a quedar la cosa, en intenciones, simplezas y estupideces.
Primer ejemplo: nada más entrar en la cocina tropiezo con el tendedero y va la ropa a tomar por culo. ¡Uy! ¡perdón! ¡quiero decir que va la ropa a tomar por culo vaya!