Hay películas que no envejecen porque nunca fueron contemporáneas: pertenecen a ese territorio intermedio donde la historia se convierte en símbolo. La gran evasión (1963), dirigida por John Sturges, es una de ellas. Ambientada en un campo de prisioneros alemán… Seguir leyendo →
En apariencia, Doce hombres sin piedad (1957) de Sidney Lumet es una película mínima: una sala, doce jurados, un muchacho acusado de parricidio y un calor asfixiante que hace sudar incluso a la razón. Pero esa austeridad formal, que algunos… Seguir leyendo →
Hay autores que no escriben para complacer al público, sino para incomodarlo. Henrik Ibsen fue uno de ellos. En su teatro, el espejo no devuelve una imagen amable: refleja los pliegues de la hipocresía, la obediencia disfrazada de civismo, la… Seguir leyendo →
Cuando contemplamos Los peces rojos (1955) de José Antonio Nieves Conde, no vemos simplemente un film de intriga; nos asomamos a un espejo roto que revela la fisura entre la imaginación y el mundo monolítico de la posguerra española. En… Seguir leyendo →
Mark Twain, ese cronista del río y del alma americana, suele ser recordado por el humor socarrón de Tom Sawyer y la inocencia aventurera de Huckleberry Finn. Pero hacia el final de su vida, cuando las pérdidas personales y el… Seguir leyendo →
Hay películas que, sin hacer ruido, se instalan en un rincón de la memoria y allí permanecen, discretas, como si esperaran a ser descubiertas de nuevo por un espectador dispuesto a escucharlas con calma. El detective (1954), dirigida por Robert… Seguir leyendo →
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