
Alberto Moravia: “Era imposible…”.
“Era imposible arrancarse de los ojos aquella mirada desalentadora, impura, que se interponía entre él y la vida”.
“Era imposible arrancarse de los ojos aquella mirada desalentadora, impura, que se interponía entre él y la vida”.
“Luego, ella se marchará con aquel paso ondulante y frívolo propio de los tacones exageradamente altos y de la falda excesivamente estrecha”.