Así llamó Cortázar a la esperanza. En España llevamos unos años oscilando como un cencerro entre la desesperación y el hastío. Si Zapatero fue el insulso líder de una política feérica, Rajoy lo es de otra constelada de drama y tragedia, puesto que don Mariano, como Pandora, cerró su ánfora antes de dejar salir a la esperanza. Sus últimas medidas lo demuestran como también demuestran que este Gobierno es refractario a una idea de democracia laica y no militarizada.
Esa puta vestida de verde.
