Un centauro en el desierto

Carson McCullers: “… si un hombre entra en el ejército sólo se espera de él que siga los talones que le preceden”. Reflejos en un ojo dorado.

Vasco Pratolini: “El corazón del hombre es un mecanismo de precisión, provisto de algunas palancas esenciales, que resisten al frío, al hambre, a la injusticia, a los malos tratos, a la traición, pero que el destino puede vulnerar como el niño al ala de la mariposa. El corazón sale de ello con el latido cansado; […]

Aldous Huxley: “La ley del mundo democrático es la estandarización humana, es la reducción de toda la Humanidad al más bajo nivel común. Su religión es la adoración del hombre mediano”. Contrapunto.

Albert Camus: “En ciertos hombres, el fuego de eternidad que los devora es lo bastante grande como para que quemen en él el corazón mismo de quienes los rodean”. El mito de Sísifo.

Jean Paul Sartre: “¿De qué sirve luchar por la liberación de los hombres si se los desprecia lo suficiente para llenarles la cabeza de patrañas?”. Las manos sucias.

John Steinbeck: “…, la dignidad de un hombre no está en sus hábitos”. El caballero de las dos espadas.

Esquilo: “Que es muy propio de los hombres con el que cae ensañarse”. Orestíada.

Arthur Conan Doyle: “Cuando uno trata de elevarse sobre la naturaleza se predispone a caer bajo ella”. El hombre que reptaba.

John Dos Passos: “… nadie sino un hombre, un individuo solo, puede enderezar un entuerto; la organización no hace sino sustituir un entuerto por otro;…”. Rocinante vuelve al camino.

Robert Musil: “… sólo los criminales se atreven hoy día a hacer daño a los demás hombres sin filosofar”. El hombre sin atributos.